Hoy, mi hijo y yo hemos estado leyendo, recordando y aprendiendo sobre Luqman al Hakim (el sabio) mientras él trabajaba en su imprimible sobre los Profetas y Mensajeros de Allah (la paz sea con ellos).
Aquí escribí sobre este material.
Tenemos las ayas del Corán en las que se relatan los sabios consejos de Luqman a su hijo:
Y he aquí que le dimos a Luqman la Sabiduría: ¡Sé agradecido con Allah! Pues quien agradece, lo hace en beneficio propio, pero quien es ingrato... Realmente Allah es Rico, Digno de alabanza.
Y cuando Luqman le dijo a su hijo aconsejándole: ¡Hijo mío! No asocies nada ni nadie con Allah, pues hacerlo es una enorme injusticia.
Hemos encomendado al hombre que trate bien a sus padres.
Su madre lo llevó en el vientre fatiga tras fatiga y fue destetado a los dos años. Sé agradecido conmigo y con tus padres. A Mí has de volver.
Pero si se empeñan en que Me asocies algo de lo que no tienes conocimiento, entonces no los obedezcas.
Pero acompáñalos en este mundo como es debido. Y sigue el camino de los que se vuelven a Mí en todo.
Después habréis de volver a Mí y os haré saber lo que hacíais.
¡Hijo mío! Incluso el peso de un grano de mostaza dentro de una roca, o en los cielos, o en la tierra, Allah lo traería a colación; es cierto que Allah es Sutil, Penetrante.
¡Hijo mío! Establece la Oración, ordena lo reconocido, prohíbe lo reprobable y ten paciencia con lo que venga, es cierto que eso es parte de los asuntos que requieren entereza.
Y no pongas mala cara a la gente ni andes con insolencia, pues es verdad que Allah no ama al que es presumido y jactancioso.
Sé moderado al caminar y baja la voz, pues ciertamente la más desagradable de las voces es la del asno. (Corán 31:11-18)
Hemos leido también un hermoso texto que me ha emocionado y por eso he querido compartirlo desde aquí. Se puede leer completo en la web del Centro Cultural Islámico de Sevilla (aquí).
Yo me limito a copiar la última parte:
" ...Este era Luqman, un hombre que era esclavo, pero al que Allah elevó
dándole sabiduría y rectitud, un hombre sabio cuyas palabras y
enseñanzas iban en concordancia con lo que nos enseñó y transmitió
nuestro Profeta Muhammad, un hombre justo y recto que renunció al poder y
la posición entre la gente por la dificultad y las pruebas que eso
conlleva, un padre que amaba a su hijo y le aconsejaba con sabiduría y
cariño, un hombre que actuaba de acuerdo a lo que transmitía, un hombre
al que Allah escogió y elevó por encima de la gente dándole conocimiento
y sabiduría, un hombre que nos dejó auténticas perlas de sapiencia que,
si nos aferramos a ellas y las ponemos en práctica, nos llevarán, con
el permiso de Allah, a encontrarnos con él y con nuestro amado Profeta,
en el lugar más elevado del Jardín.
Oh Allah te pedimos que así sea. Amin"
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