jueves, 14 de mayo de 2020

Perspectiva islámica del ateísmo II


Continuación de la entrada de ayer

Preguntas sobre Dios

¿Por qué nos creó Dios?

Todos reconocemos que nuestras partes corporales, como nuestros ojos, oídos, cerebro y corazón, tienen un propósito. ¿No tiene sentido, entonces, que el individuo tenga también un propósito?
Dios no nos creó para abandonarnos a nuestra suerte ni para que nos dediquemos a satisfacer sólo nuestros instintos y deseos. Él describe esta vida como una prueba, en la que cada quien decide reconocer a Dios y seguir su guía, o no.
Dice Dios:

Es verdad que creamos al hombre a partir de una gota de esperma eyaculada, como una prueba para él, y lo hicimos con capacidad de ver y oir.
Y lo guiamos al camino: agradecido o ingrato. (Corán 76:2-3)

Para muchos, el asunto central no es la creencia en Dios, sino las implicaciones de creer en Él. Esto significaría ser llamado a rendir cuentas y ser juzgado por los actos de uno, lo que les resulta inconveniente para las vidas que quieren llevar. Por tanto, la prueba en esta vida implica seguir a Dios y someternos a Él, en lugar de a nuestros propios deseos, orgullo y ego.

¿Por qué Dios necesita ponernos a prueba?

Dios no necesita nada. No necesita crear nada ni necesita poner a prueba a nadie. Él no se beneficia de nuestra creencia ni se ve afectado por nuestra incredulidad. Al contrario, es parte de Su sabiduría infinita el habernos creado y darnos la oportunidad de conocerlo. Dios sabe el futuro, el punto es que vivamos y experimentemos nuestras vidas y tomemos nuestras decisiones.

¿Realmente podemos elegir?

El hecho de que Dios conoce nuestras decisiones no las hace menos voluntarias.
Aunque Dios quiere que creamos en Él, no obliga a nadie a ello. Si Dios quisiera, guiaría a toda la humanidad, pues es Omnipotente. Pero en Su sabiduría, Él nos ha creado con la capacidad de elegir y nos ha hecho responsables de nuestras decisiones.
Dios no necesariamente está complacido con todo lo que permite que ocurra.

¿Por qué Dios no simplemente se muestra?

En Su sabiduría, Dios ha elegido darse a conocer a través de Sus señales. Eso es parte de la prueba de esta vida. Él nos ha dado la responsabilidad de usar las capacidades que nos ha otorgado para que Lo reconozcamos. Esto significa que sólo quienes son sinceros y humildes, y que reflexionan profundamente, Lo reconocerán y creerán en Él.

¿Por qué hay sufrimiento en el mundo?

El hecho de que diferentes personas sean probadas en formas distintas a través de varias pruebas, no refuta la existencia de Dios ni contradice el hecho de que Él es Todopoderoso. Al contrario, el bien y el mal que Dios permite que ocurra, constituyen nuestra prueba en la Tierra.
No podemos controlar lo que nos sucede, pero podemos controlar cómo reaccionamos, que es lo que Él juzga de nosotros.
Este mundo es pasajero, pero la justicia será completa en el Más Allá, que es eterno, y allí se compensará cualquier injusticia o infortunio en esta vida.

¿Por qué Dios castiga a la gente?

No se puede negar que el concepto de castigo es necesario para la justicia. Dios nos ha creado con la capacidad para elegir cómo queremos vivir, y a cambio, debemos rendir cuentas.
Quienes se esfuerzan sinceramente en obedecer a Dios ganarán Su misericordia y entrarán al Paraíso. Pero quienes son descuidados en su propósito en la vida y niegan a Dios, han hecho su propia elección y rendirán cuentas.
Nadie puede culpar a Dios. Él no creó a la gente para castigarla, sino que le procura facilidad y misericordia.
El hecho de que Dios conoce nuestras decisiones no hace menos voluntarios nuestros actos ni nos absuelve de nuestra responsabilidad.
El Islam es una religión práctica que fomenta el equilibrio entre la esperanza en la misericordia de Dios y el temor de Su castigo, pues ambos son necesarios para llevar una vida positiva y humilde.
Dios es el Más Misericordioso, pero también el Más Justo. Si no hubiera Día del Juicio, ello estaría en contradicción con la justicia perfecta de Dios, y la vida sería injusta.

Conclusión

Estamos aquí sólo durante 80 años o algo así, ¿y eso es todo, o hay más para vivir? 
¿Somos meros simios evolucionados sin ningún propósito final? ¿Somos seres materiales con sólo necesidades físicas, o tenemos también necesidades espirituales?
Para quienes son genuinos y aún están indecisos sobre Dios, nuestro consejo es que hagan la siguiente plegaria con sinceridad:
"Dios, si existes, por favor guíame."
Los resultados te pueden sorprender.


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