(Extraído del libro "Lo más Granado de los Jardines de los Justos" del imam An-Nawawi. Traducido al español por Zacariya Maza. Capítulo 55)
El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) pidió la protección a Allah contra el hambre y la pobreza, según el hadiz. Sin embargo, si el hombre es probado por alguna de estas dos desgracias, deberá tener paciencia hasta que se vea libre de ellas. Y al musulmán se le pide el esfuerzo en el trabajo para la consecución del sustento. Y el rico agradecido es como el pobre que es paciente, en cuanto a recompensa. Y el gasto del hombre en necesidades reales es recomendable y tiene recompensa. Pero hay que tener cuidado con el despilfarro y la soberbia.
Se transmitió de Sahl ibn Saad:
"Vino un hombre a ver al Profeta (la paz y las bendiones de Allah sean con él) y le dijo: -¡Oh Mensajero de Allah! Indícame una práctica tal que si la hiciera me amaría Allah y me amarían los hombres-.
Dijo: -Sé austero en esta vida y Allah te amará, y prescinde de lo que los hombres poseen y ellos te amarán-."
(Lo relató Ibn Maya: hadiz hasan)
Y el Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) respondió acerca de la austeridad con las siguientes palabras:
"La austeridad no es prohibir lo que es lícito ni tampoco desprenderse del dinero, sino que tener austeridad en la vida de acá es que lo que está en Las Manos de Allah es más valioso para ti que lo que tienes en tus manos."