viernes, 23 de mayo de 2014

¿Qué pasa si no entiendo lo que leo?


No soy persona que acepte fácilmente las cosas sin comprenderlas o si me causan inquietud.
Incluso si se trata de temas de religión, donde mi fe en Allah es absoluta y asumo sin ninguna duda Su mensaje recogido en el Corán, necesito la tranquilidad interior que me da el entendimiento.

En todos estos años de estudio del Islam, me ha ocurrido a veces el encontrarme con algunos hadices, o incluso ayas del Corán, que me han hecho pensar durante días, semanas o meses. Porque no conseguía entenderlo, porque chocaba con mis prejuicios, porque se escapaba a mi lógica...
He oído comentarios parecidos en otras personas: que les costaba mucho entender tal o cual cosa.

¿Qué hago yo cuando me ocurre esto?
Varias cosas. Y la primera y más importante de todas es pedirle a Allah que me facilite el aprendizaje, que me lleve a las fuentes donde están las aclaraciones que necesito y que me guíe en el camino correcto, apartando de mí los errores y las desviaciones.

En mi caso hay dos cuestiones clave:
- Que yo no leo los textos originales en árabe, sino su traducción.
- Que soy una musulmana conversa y la mayor parte de mi vida no fuí musulmana, por lo que "cargo" con formas de pensar anteriores que no es fácil cambiar en su totalidad de un día para otro.

Lo segundo que hago cuando no entiendo lo que leo es preguntar a quien sabe más que yo, o a personas reales o recurro a los libros. Me gusta además disponer de varias respuestas para que mi conclusión sea más completa.

Me ayuda mucho también pedirle a alguien que lea el texto en árabe y luego me explique, ya que hay palabras que en nuestro idioma pueden ir asociadas a connotaciones negativas (y no así en el idioma original) condicionando nuestra interpretación.

Entiendo que el estudio del Islam es algo continuo, que no se acaba nunca, y que para conocer en profundidad algunas cuestiones es necesario haber interiorizado antes otras. Como se suele decir, "no se puede empezar la casa por el tejado".

Los libros de Tafsir del Corán y los libros de hadices (comprobados como auténticos a lo largo de los siglos y de autores con prestigio reconocido) me sirven de mucha ayuda porque me dan información sobre cuándo y por qué descendió una aya en concreto, con qué otras ayas o hadices se relaciona o complementa, en qué contexto se hizo o se dijo algo...

Y como último recurso está el esperar.
Porque más de una vez he dejado pasar un tema esperando otro momento personal más apropiado y, tiempo después, un día, sin buscarlo, ha aparecido ante mí esa pieza que me faltaba para completar mi comprensión, como una luz que se ha abierto dentro de mi mente.

Recordemos que en el Islam la fe no está reñida con el conocimiento y la razón, y que no es malo querer buscar y comprender, como en estas ayas sobre el profeta Ibrahim (Abraham, la paz de Allah sea con él):

Y cuando Ibrahim dijo: ¡Señor mío! Déjame ver cómo resucitas lo que está muerto.
Dijo: ¿Acaso no crees?
Dijo: Por supuesto que sí, pero es para que mi corazón se tranquilice.
Dijo: Toma, entonces, cuatro pájaros distintos, córtalos en pedazos y, a continuación, pon un  pedazo en cada monte y luego llámalos. Vendrán a ti en el acto.
Y sabe que Allah es Poderoso y Sabio. (Corán 2:259)

miércoles, 21 de mayo de 2014

El camino recto de Allah


Di: Venid que os declare lo que vuestro Señor os ha prohibido: Que no asociéis nada con Él, que hagáis el bien a vuestros padres y no matéis a vuestros hijos por temor a la miseria.
Nosotros os proveemos a vosotros y a ellos, no os acerquéis a las faltas graves ni externa ni internamente y no matéis a quien Allah ha hecho inviolable excepto por derecho.
Esto es lo que se os encomienda para que tal vez razonéis.
No os acerquéis a la riqueza del huérfano, si no es con lo que más le beneficie, hasta que no alcance la madurez.
Y cumplid la medida y el peso con equidad. A nadie le obligamos sino en la medida de su capacidad. Y cuando habléis, sed justos, aunque se trate de un pariente próximo.
Y cumplid el compromiso con Allah.
Eso es lo que se os encomienda para que tal vez recordéis.
Este es Mi camino recto ¡Seguidlo! Y no sigáis los caminos diversos, pues ello os separaría y os apartaría de Su camino.
Esto es lo que se os encomienda para que tal vez os guardéis. (Corán 6:152-154)

"Y cuando habléis, sed justos, aunque se trate de un pariente próximo" se refiere al deber de ser veraz en los testimonios aunque con ello podamos perjudicar a alguien cercano.

Dice Al-Qurtubi, sobre estas ayas, en su Tafsir del Corán:

"Este es mi camino recto. ¡Seguidlo!"
Esta es una aya inmensa porque es la conjunción de todo lo anterior, y una vez que ha prohibido que se hagan algunas cosas y ha ordenado hacer otras, advierte aquí en contra de seguir otro que no sea Su camino. Y el "camino" es el método que no es otro que el Islam. "Recto", significa sin torceduras ni desvíos, pues ordenó seguir Su camino, como lo siguió su Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), el cual conduce al Jardín, y no aquellos que lo desvirtúan o se apartan de él y que conducen al Fuego; como su dicho: "Y no sigáis otros caminos, porque si lo hacéis, os dividirán y desviarán de Su camino".

Relató Ibn Maya y otros que se transmitió de Al-Irbad ibn Saria que dijo: Nos amonestó de tal forma el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que nuestros ojos derramaron lágrimas y se estremecieron nuestros corazones; y le preguntamos: ¡Mensajero de Allah! Nos has amonestado de tal forma que parece una despedida. ¿Cuál es pues, nuestro compromiso? Dijo: "Os he dejado en la claridad, su noche es como su día, no se desvía nadie en ella, después de mí, excepto quien perezca; quien viva de vosotros verá muchas diferencias, y deberéis pues, de lo que sabéis, remitiros a mi sunna y a la sunna de los califas rectamente guiados; y después de mí, agarraos a ella fuertemente con los dientes; tened cuidado con los asuntos innovadores en el Din, porque toda innovación es extravío; deberéis obediencia, aunque sea a un esclavo etíope, pues el creyente es humilde como el camello".

El trato del padre a la hija


Existía en Yahiliya (la época de la ignorancia antes de la llegada del Islam) la costumbre entre muchos árabes de matar a sus hijos por miedo a la pobreza o merma en lo necesario para el sustento. Y más aun en el caso de las niñas, por ser considerado su nacimiento como un disgusto en comparación con tener hijos varones (por desgracia esto continúa ocurriendo en algunas partes del mundo).
El Islam prohibió esto por completo y se considera un pecado muy grave, hasta el punto de que el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y sus compañeros detestaron el maltrato a las hijas como se cuenta en esta historia recogida en el Tafsir del Corán de Al-Qurtubí:

Se relató que un hombre de los compañeros del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) siempre se encontraba apenado delante de él y este le preguntó: "¿Qué te ocurre que estás tan triste?".  Dijo: ¡Mensajero de Allah! He cometido una falta en Yahiliya y temo que Allah no me la perdone, aunque me haya hecho musulmán.Y le dijo: "¡Dime cuál es tu falta!" Dijo: ¡Mensajero de Allah! Yo era de los que mataban a sus hijas. Entonces, tuve una hija y mi mujer intercedió ante mí para que la dejara viva y así lo hice hasta que se hizo mayor y fue de las jóvenes más bellas para ser pedida en matrimonio, me dio un arrebato de celo y mi corazón no me dijo si casarla o dejarla en la casa. Entonces, le dije a mi mujer: Quiero ir a ver a tal y tal tribu a visitar a mis parientes, así pues, prepara a mi hija para que venga conmigo; se alegró de ello y la embelleció con los mejores vestidos y joyas; y me tomó el compromiso de no traicionarla.
Llegué con ella hasta el brocal de un pozo y miré en su interior; la joven captó que la quería arrojar al pozo y se abrazó a mí llorando y me dijo: ¡Padre mío! ¿Qué quieres hacer conmigo? Entonces, me compadecí al pronto, pero volví a mirar al pozo y me entró la incertidumbre fogosamente; ella me volvió a abrazar diciendo: ¡Padre mío, no eches a perder la confianza de mi madre! Así que una vez miraba hacia el pozo y otra la miraba a ella y me compadecía, hasta que el demonio se apoderó de mí, la cogí y la arrojé al pozo cabeza abajo; ella llamaba desde su interior diciendo: ¡Padre mío, me has matado! Permanecí allí hasta que se cortó su voz y regresé. Entonces, lloró el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y sus compañeros y dijo: "Si se me hubiese ordenado castigar a alguien por lo que hizo en Yahiliya, te habría castigado a ti".



martes, 20 de mayo de 2014

Preserva a Allah y Él te preservará


Relató Ibn Abbas que dijo:
Iba montado en la grupa detrás del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y me dijo:
"¡Muchacho! ¿Quieres que te enseñe unas palabras con las que Allah te beneficiaría?"
Dije: ¡Claro!
Dijo: "¡Preserva a Allah y Él te preservará. Preserva a Allah y le encontrarás delante de ti. Date a conocer a Allah en la facilidad y Él te conocerá en la adversidad. Si pides, pide a Allah, y si buscas ayuda, búscala en Allah; pues todo en la existencia está predestinado, y aunque la creación entera quisiera perjudicarte en algo que Allah no hubiese decretado para ti, no lo podrían hacer. Actúa para Allah con el agradecimiento y la certeza, y sabe que en la paciencia frente aquello que aborreces hay mucho bien. Que la ayuda viene con la paciencia, la alegría después de la pena, y tras la dificultad viene la facilidad!"

(Extraído del tomo 4 del Tafsir del Corán de Al-Qurtubi, traducido por Zakaríya Maza)

Si buscamos refugio en Allah, lo encontraremos


Relató Al-Bujari, de Abu Huraira, que dijo el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él):
Ciertamente, dijo Allah, el Altísimo: Quien se enemistara con un wali mío, le haré saber que está en guerra conmigo; no se me ha acercado Mi siervo por nada tan querido para Mí como es el cumplimiento de aquello que le he hecho obligatorio; y continua Mi siervo acercándose a Mí con acciones voluntarias hasta que es querido por Mí. Y si quisiera, Yo sería su oído con el cual oiría, su vista con la que vería, su mano con la que trabajaría por el bien, y sus piernas con las que caminaría. Lo que me pidiera Yo se lo daría; y si buscara refugio en Mí, lo encontraría.

(Hadiz tomado del tomo 3 del Tafsir del Corán de Al-Qurtubi, traducido por Zakaríya Maza)

Wali se traduce en este texto como el amigo íntimo de Allah, aquella persona cercana a Él.
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