Dijo Ibn Abbas:
Prohibió el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que se matara a cuatro animales: la abubilla, el alcaudón, la hormiga y la abeja. En cuanto a la hormiga, según se relató en un hadit de Abu Huraira, elogió a Suleiman e informó a las demás hormigas de la mejor forma que pudo, que lo harían sin darse cuenta si era aplastadas, de forma que sería algo fortuito y sin premeditación por parte de ellos el desafuero; por eso prohibió matarlas; en cuanto a la abubilla fue la que guió a Suleiman hasta el agua y su mensajero a Balquis, la reina de Saba; sobre el alcaudón, es conocido como el ayunante, y se transmitió de Abu Hurarira que dijo: El primero en ayunar fue el alcaudón, y cuando Ibrahim, sobre él la paz, salió de Sam hacia la Tierra Sagrada para construir la Casa le acompañó una nube y el alcaudón, siendo este el que le indicó el lugar apropiado y la nube su proporción. Y al llegar al sitio, la nube dijo: ¡Ibrahim, construye en la medida de mi sombra!
Y sobre la prohibición de matar las abejas, el motivo lo encontraremos en el propio sura de Las Abejas.
(Tomo 7 del Tafsir del Corán de Al-Qurtubí, traducido por Zakaríya Maza)
La sura de Las Abejas es la número 16 del Corán, en ella podemos leer sobre estos animales y los beneficios de la miel que producen.
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