En los últimos días, mi hijo y yo hemos estado leyendo un libro titulado "Historias de buenas noches del Corán", escrito por Saniyasnain Khan.
Comparto una parte del último capítulo de este libro, en el que se mencionan las altas virtudes de nuestro amado Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), la mejor persona a la que podemos intentar imitar en nuestro comportamiento.
"El mismo Profeta fue un ejemplo de pacífica convivencia con su gran generosidad, amabilidad, humildad, buen humor y excelente sentido común, y su gran amor por toda la gente e incluso por los animales. Nunca hizo sentir menos a los demás, no queridos o molestos. Él urgía a sus seguidores a hacer lo mismo, a liberar esclavos cuando fuese posible, dar limosnas, sobretodo a gente muy pobre, huérfanos y prisioneros -sin esperar ninguna recompensa.
Diría a la gente que "cada religión tiene una virtud especial, y la del Islam era la modestia." Sin esa virtud, ninguna comunidad puede tener una paz duradera. Era de un alto carácter moral, por lo que la gente que le pudiera dañar, él rezaba por ellos, devolviendo bien por mal. Cuando otros trataban de provocarlo, él permanecía paciente y sereno. En establecer este ejemplo, su intención era resaltar las almas que estaban vueltas hacia Dios, que encontraban a Allah tan grande que todo lo demás parecía sin importancia. Esto se expresa en uno de los dichos del Profeta:
"Nueve cosas me ha encomendado el Señor:
Temer a Dios en privado y en público;
justicia, tanto en el enfado como en la calma;
moderación tanto en la pobreza como en la abundancia;
que debo estrechar lazos con aquellos que los rompen conmigo;
dar a aquellos que me dejan sin nada;
perdonar a aquellos que me hacen mal;
que mi silencio debería ser meditación;
mis palabras recuerdo de Dios;
y mi visión observación aguda." (Razín)"
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