Existe una opinión muy amplia de que el Islam implica un trato injusto o discriminatorio hacia la mujer. Esto se debe básicamente a dos cosas: la manipulación de unos y su intento de desprestigiar el Islam; y, por desgracia, la ignorancia y el desconocimiento de ciertos hombres musulmanes que dejaron de imitar a nuestro Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en este aspecto y se dejaron guiar por comportamientos inaceptables propios de su entorno, pero que nada tienen que ver con el Islam.
Esto demuestra, una vez más, la importancia de estudiar a fondo nuestra religión para no mezclarla con tradiciones o actos ajenos a ella y muchas veces opuestos.
El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es nuestro perfecto modelo a imitar en todas sus facetas. Fijémonos entonces en su forma de comportarse en su hogar, con su familia y sus esposas.
Los primeros musulmanes procuraron seguir su ejemplo en su vida privada y esto mismo debe hacerse a lo largo del tiempo.
Voy a resumir este tema mencionando cuatro puntos y añadiendo en cada uno varios párrafos del libro "El Profeta como marido" (que se puede descargar aquí): Expresar el afecto, El cuidado personal para agradar a la esposa, El trato agradable en la convivencia y Pasar por alto las faltas.
Expresar el afecto
Su esposa Aisha le preguntó al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): "¿Cómo es tu amor hacia mí?" Dijo: "Como el trenzado de una cuerda". Entonces le preguntó: "¿Cómo es el trenzado de una cuerda?" Le dijo: "Invariable".
Es decir, no se altera.
Y el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) describió su amor como el trenzado de una cuerda, es decir, el amor seguía estando entrelazado en su corazón y aquellas palabras, sin duda, hicieron que la esposa sintiera felicidad al saber los sentimientos de su marido.
Tenemos el caso de Al-As Ibn Ar-Rabi, el marido de Zaynab (una de las hijas del Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Cuando él salió de La Meca huyendo del Islam, ella le envió un mensaje instándole a volver y entrar en el Islam. Entonces él le envió un mensaje en el que le dijo: "Te juro por Allah que para mí tu padre no es culpable y no hay mayor deseo para mí, mi querida, que recorrer un mismo camino contigo. Sin embargo, odio que digan de ti que tu marido decepcionó a su gente, por eso espero que perdones y comprendas."
Es evidente que el mensaje viene a decir que él quería a Zaynab, y la prueba de esto es que quería recorrer con ella el mismo camino y que además él odiaba oir a la gente decirle aquello que fuera a entristecerla, y al final le pide que le perdone y le comprenda. Por ese amor, Zaynab pudo ir en su busca y traerle con ella convertido al Islam.
El cuidado personal para agradar a la esposa
En esta entrada escribí sobre la conveniencia de que las mujeres cuidemos nuestro aspecto personal dentro de nuestro hogar. En algunos comentarios surgió el debate sobre si lo que estábamos tratando debía también aplicarse a los hombres, aquí están los textos sobre ello:
Al-Bujari relató que Aisha dijo: "Yo perfumaba al Mensajero de Allah con el mejor perfume que tenía hasta que encontraba las gotas del perfume en su cabeza y en su barba."
Un día vino al Califa Omar un hombre con una apariencia muy sucia y muy desordenada, su mujer le dijo: "¡No quiero quedarme con él!". Omar supo que la mujer no aguantaba a su marido. Entonces mandó al hombre para que se duchara y se cortara el pelo y las uñas. Y cuando regresó el hombre su mujer se quedó sorprendida y no le reconoció al principio, pero tras asegurarse que era su marido cambió de opinión. Anuló su petición de divorcio. Entonces dijo Omar: "¡Hombres! Engalanaos para las mujeres, pues juro que a ellas les gusta que os engalanéis tanto como os gusta a vosotros verlas engalanadas."
El trato agradable en la convivencia
No ha conocido ninguna mujer una convivencia tan agradable como la del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), quien reflejaba el Corán en todas sus situaciones, en sus dichos y en sus actos. Pues era muy amable en su trato con ellas, siempre era agradable, bromeaba con su familia, incluso una vez compitió en una carrera con su esposa Aisha, dijo ella: "Compitió conmigo el Mensajero de Allah y le gané, y eso fue antes de quedarme embarazada, luego después de quedarme embarazada me ganó y me dijo: esta es por la otra vez."
Dijo Aisha: "Cuando yo estaba en mi periodo de menstruación, cuando terminaba yo de beber, el Profeta bebía del mismo lugar del vaso del que yo había bebido, colocando su boca sobre el mismo lugar en el que yo había colocado mi boca, y eso a pesar de que sudaba mucho estando en periodo.". Narrado por Muslim.
Además, el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dejó sentado que el mejor prototipo de hombre es aquel que mejor sabe convivir con su esposa. Dijo: "El mejor de vosotros es quien mejor se comporta con su esposa, y yo soy el mejor de vosotros con mis esposas.". Lo relató At-Tirmidi.
Pasar por alto las faltas
Relata Anas: "El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba en casa de una de sus esposas y otra esposa envió una bandeja de comida, entonces la mujer en cuya casa estaba el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) empujó la mano del criado que llevaba la bandeja y esta cayó al suelo y se rompió. Entonces el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) reunió las partes rotas de la bandeja y puso en ellas la comida que estaba en la bandeja, y dijo a sus compañeros que estaban presentes: "Un simple ataque de celos de vuestra madre", después pidió al sirviente que trajera una bandeja en buen estado para entregársela a su otra esposa y dejó la bandeja rota en casa de la que rompió la bandeja.". Relatado por Al-Bujari.
Hasta qué punto llega la paciencia del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) con sus esposas que si alguna deja de hablarle durante todo el día o deja de mencionar su honrado nombre, a pesar de todo ello él perdona y se muestra paciente.
(Fuente: "El Profeta como marido")
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