Di: No soy más que un ser humano como vosotros, me ha sido inspirado que vuestro dios es un Dios Único; así pues. el que espere el encuentro con su Señor que actúe con rectitud y que al adorar a su Señor no Le asocie a nadie. (Corán 18:105)
Recogió At-Tirmidi en su libro "Nawadir al-Usul", de Ubada ibn Nusei, que acudió a ver a Saddad ibn Aus en su lugar de oración y lo encontró llorando. Entonces, le pregunté: ¿Qué es lo que te ha hecho llorar, oh Abderrahman? Dijo: un hadit que oí un día del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y vi en su rostro algo que me afligió profundamente.
Entonces, le dije: ¡Por mi padre y mi madre, oh Mensajero de Allah! ¿Qué es lo que veo en tu rostro?
Dijo: "Es un asunto que temo para mi pueblo después de mí."
Pregunté: ¿Cuál es, oh Mensajero de Allah?
Dijo: "La idolatría y el apetito oculto."
Pregunté de nuevo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Va a ser idólatra tu pueblo después de ti?
Dijo: "Oh Saddad, ellos no adorarán al sol ni la luna ni a una roca ni estatua, sino que harán sus acciones para que los vean."
Dije: ¿Y eso es idolatría?
Dijo: "¡Sí!"
Pregunté: ¿Y qué es el apetito oculto?
Dijo: "Pues que se levante uno ayunando y después se le muestren los apetitos del mundo y rompa su ayuno."
Dijeron Ubada ibn as-Samit y Saddad ibn Aus que oyeron decir al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): "Quien haga una oración para que lo vean habrá incurrido en idolatría, y quien haga un ayuno para que lo vean habrá incurrido en idolatría."
Y después recitó "...así pues, el que anhele el encuentro con su Señor que actúe con rectitud y no Le asocie nada ni nadie al adorarle."
(Tomo 6 del Tafsir del Corán de Al Qurtubí, traducido por Zakaríya Maza)
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