lunes, 6 de julio de 2015

La situación económica de la mujer en el Islam


Hace más de 1400 años, el Islam otorgó derechos a la mujer que en aquella época eran impensables. Incluso hoy en día, en Europa o en Occidente (donde tantos avances se piensa que se han dado en los derechos y bienestar de las personas), la situación real de la mujer queda muy lejos de lo que propone el Islam.
Mujeres que se ven obligadas a salir a trabajar, teniendo que dejar aparcadas su casa y su familia, que reciben sueldos que no son proporcionales a su trabajo, que a veces se ven forzadas por las circunstancias a mantener ellas mismas a sus hijos y las múltiples deudas, que al llegar a su casa tienen que seguir trabajando en las tareas domésticas que no pudieron hacer en las horas que estaban fuera, y con un riesgo importante de caer en una situación económica inestable e insuficiente, con las consecuencias que ello puede traer.

El Islam protege a la mujer de ese riesgo y garantiza que sus necesidades siempre estén cubiertas, al mismo tiempo que le otorga el derecho a administrar sus bienes como mejor quiera y le quita la carga de las responsabilidades económicas.
La mujer musulmana no está obligada a gastar en su casa ni en sus hijos, a no ser que ella libremente quiera, esta responsabilidad recae en los hombres, que están obligados a mantener su casa y su familia.
Además la mujer musulmana tiene el derecho de que sus necesidades sean cubiertas por un hombre, que debe hacerse cargo de sus gastos de vivienda, alimentación, vestido y cuestiones médicas. Ese hombre es alguien de su familia (normalmente su padre o sus hermanos) y al casarse la responsabilidad la adquiere su marido; si este fallece, la mujer nuevamente es mantenida por un hombre de su familia.
Se evita así que caiga en la pobreza o en situaciones precarias.

Por su parte, la mujer es dueña de sus bienes y puede gastarlos como estime oportuno, sin ninguna obligación de mantener a nadie, ni siquiera a ella misma.
Estos bienes pueden ser de varios tipos:
- La dote. Es el dinero que recibe de su marido al casarse y que pasa a ser suyo y formar parte de sus bienes privados.
- La herencia. En una época en que las mujeres no heredaban, este fue un paso muy importante. La mujer comienza a heredar obligatoriamente según sea madre, hija, hermana, esposa... del fallecido; y lo que recibe también es suyo en exclusiva.
- Si la mujer recibe un sueldo por su trabajo, este dinero es sólo de ella y no está obligada a emplearlo en los gastos familiares si no quiere.
- Si la mujer invierte su dinero y recibe un beneficio, igualmente es solamente de ella.

En el Islam, tanto hombres como mujeres tenemos obligaciones y derechos (que son diferentes para cada uno). Vemos que en el aspecto económico los derechos de las mujeres son muy ventajosos, sobretodo si se compara con la situación de las mujeres no musulmanas, como he comentado al principio, y todas las obligaciones y cargas que en este sentido se ven obligadas a asumir.

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