jueves, 9 de julio de 2015

¿Cómo funciona un banco islámico?


Lo primero que quiero aclarar es que el hecho de que un banco se encuentre dentro de un país de mayoría musulmana no nos garantiza que sea un banco islámico. En muchos de estos países la mayoría de los bancos son los "tradicionales" que conocemos en Occidente; y en cambio, hay países occidentales en los que ya existe algún banco islámico.
Lo mejor es informarnos antes.

Los bancos islámicos se basan en cuatro normas muy importantes dentro del Islam:

1. Prohibición de la usura y, por tanto, no se pueden cobrar intereses (está prohibido tanto cobrarlos como pagarlos).
Los que comen usura no se levantarán sino como se levanta en un ataque de locura el que ha sido tocado por el Shaytán.
Eso es porque dicen: La usura es como el comercio.
Sin embargo Allah ha hecho lícito el comercio y ha prohibido la usura.
Así pues, al que le llegue el aviso de su Señor y desista, podrá quedarse con lo que esté ya consumado y su caso se remitirá a Allah. Pero quien reincida... Esos son los compañeros del Fuego donde serán inmortales. (Corán 2:274) 

2. No se permite invertir el dinero en actividades haram, prohibidas por el Islam (por ejemplo, las relacionadas con el consumo de alcohol, tabaco, drogas, apuestas, juegos de azar, pornografía, industria porcina, fabricación de armas, etc.). El factor ético es fundamental.

3. Está prohibida la incertidumbre o ambigüedad en los contratos comerciales.

4. Los juegos de azar está prohibidos en el Islam, por lo tanto en el ámbito bancario se rechaza cualquier actividad que implique un riesgo financiero.

Los bancos islámicos tienen diferentes productos a disposición de sus clientes, yo voy a mencionar algunas cuestiones sólo por encima para que se entiendan los principios que siguen. Para información más concreta os aconsejo consultar fuentes financieras o contactar con los propios bancos.

En cuanto a los depósitos de dinero, existen cuentas bancarias como las típicas que conocemos pero sin generar intereses.

Para comprar una vivienda, el banco la adquiere a petición del cliente pactando un precio final de venta que no está sujeto a las condiciones cambiantes del mercado. El cliente paga mensualidades en concepto de alquiler hasta que la deuda queda saldada. Si no puede pagar, la vivienda se pone a la venta y si hay algún beneficio al venderla, se reparte entre el banco y el cliente.

Para comprar otro tipo de bienes, el procedimiento es similar al de la vivienda. El banco lo compra al precio acordado con el cliente, especificando de una forma muy clara cuotas y plazos para que no haya sorpresas.

Para crear una empresa o proyecto, el banco y los clientes crean una sociedad en la que el banco pone el dinero y los otros socios ponen el trabajo y la gestión. El banco participa en las ganancias o pérdidas (a diferencia de los otros bancos, donde todo el riesgo es asumido por el cliente) y los otros socios tienen la posibilidad de comprarle su parte según las condiciones que hayan acordado al principio.

En estos tiempos de crisis, muchos sectores se están fijando en los bancos islámicos como una alternativa más segura y ética. Ya comentaba al principio que en algunos países occidentales ya podemos encontrar estos bancos, aunque he leído que algunos gobiernos están poniendo trabas.

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